SKYFALL: La Evolución de James Bond
Quisiera decirles que he visto las 25 películas conectadas con el legendario personaje creado por Ian Fleming, pero no es ese el caso. Cuando “Dr. No” se estrenó en 1962, este servidor no existía. En los setentas, apenas podía entrar a las de dibujos animados.
Si recuerdo haber visto a Shirley Bassey en “The Muppet Show”, cantando “Goldfinger” – ese programa era una universidad de cultura pop – (la canción empieza a los 02’40 minutos). Me imagino que mi padre o uno de mis hermanos mayores me habría explicado que era el tema de una película. Quizás fue la trompeta – “¡Wa-wa-wa-wa-waaaa!” – o el carisma de la Bassey, pero estaba intrigado.
Mi primera misión con el agente 007 fue un fracaso. A inicios de los 80s, en un matinée en el ya desaparecido Cine Dorado, se presentaba como segunda película “Los Diamantes son Eternos” (1971). En la secuencia de acción inicial, la película se pegó en el proyector y agarró fuego, dando por terminada la función. A mediados de los ochentas, cuando los Betamax empezaron a llegar a la Nicaragua bloqueada, entre los intercambios de casette cayó en mis manos “Never Say Never Again” (Irving Kershner, 1983). El protagonismo de la actriz nica Bárbara Carrera sirvió como distracción en una película regular, considerada como un tiro de salva en la serie, pues escapó del control del legendario productor Albert “Cubby” Broccoli.
No fue sino hasta finales de los ochentas, cuando milagrosamente encontré “Desde Rusia con Amor” (Terence Young, 1963) y “Goldfinger” (Guy Hamilton, 1964) en las repisas de un video club, que entendí la mística del agente 007. Sean Connery – el Bond definitivo – saboteo a sus sucesores. Al menos, en mi perspectiva intransigente e infantil. En los años subsiguientes, deje pasar cualquier oportunidad de ver a Roger Moore. De Timothy Dalton solo vi “The Living Daylights” (John Glen, 1987) en un raído video pirateado de la época. Solo recuerdo que el tema musical era interpretado por A-Ha. De todas formas, no importaba, porque Dalton simplemente NO eran Connery.
Volví a engancharme en la serie con Pierce Brosnan. Tampoco era Connery. El tono burlesco estaba en sintonía con los ironía que reinaba en la cultura popular norteamericana de los 90s, pero algo no hacía click. Parecía un viejo tratando incómodamente de adoptar los manerismos de los mas jóvenes para sentirse moderno. No fue sino hasta que los herederos de Broccoli decidieron volver a las raíces del personaje, con el seco y estoico Daniel Craig en el papel protagónico, que sentí que la herencia de Connery estaba siendo honrada. “Casino Royale” (Martin Campbell, 2006) tenía el calibre de las joyas tempranas. La luna de miel no duró mucho tiempo. Dos años después, “Quantum of Solace” cayó en una crisis de identidad. Puede ver mi columna en el archivo de Confidencial aquí. “Skyfall” (Sam Mendes, 2012) es un regreso a su mejor forma. Lea mi columna aquí.
Quizás sea el choque de adrenalina que da “Skyfall”, pero me veo cada vez mas tentado a armarme un curso en la historia de Bond. Puede ser oneroso, pero al menos ahora es posible. Todas las películas “oficiales” están incluidas en un set Blu Ray disponible en Amazon. He visto 9 de las 22 películas, pero la tentación de seguir la progresión del fenómeno 007 cronológicamente es irresistible para cinéfilos neuróticos. También puede ver una curiosa adaptación de “Casino Royale” previa a “Dr. No”, protagonizada por David Niven, Peter Sellers y Woody Allen…todos ellos interpretando a 007. Está disponible en DVD de alta definición. Tendrá que ir a YouTube para ver al primerísimo Bond que se plantó frente a una cámara. Existe una adaptación primaria de esa misma novela, en una serie de televisión en vivo llamada “Climax!”, transmitida el 21 de octubre de 1954. James Bond es interpretado por Barry Nelson. Puede ver el episodio de una hora en inglés, sin subtítulos, aquí.
Lo mas divertido de las películas de James Bond es rastrear como sus convenciones se adoptan a los tiempos. Son productos ritualizados, con elementos recurrentes claros. Una lista rápida incluiría:
- Inicio abrupto, con una espectacular secuencia de acción que generalmente no tiene nada que ver con el resto del filme.
- Secuencia de créditos con ondulantes figuras femeninas.
- Tema musical interpretado por un astro popular. Sin embargo, siempre suena un poco anticuado.
- Un villano excéntrico, con uno o dos secuaces, mas o menos pintorescos.
- Una “chica Bond” mala.
- Una “chica Bond” buena.
- Una “chica Bond” que suele ser sacrificada a media película. Puede ser cualquiera de las anteriores, o una tercera.
- Una reunión regañona entre el/la jefe M y Bond.
- Una reunión graciosa entre el inventor Q y Bond, en la que le da sus armas de última tecnología.
- Una escena de flirteo con la secretaria Moneypenny, si es que existe en ese ciclo.
- Una escena en la que el villano explica sus motivos a Bond, reducido físicamente.
- Un espectacular clímax, por supuesto.
- Un beso final con la chica sobreviviente, que habrá desaparecido sin explicación alguna en el próximo filme.
- La clásica viñeta que muestra a Bond caminando de perfil en la mira de un revolver, volteando hacia la cámara y disparando.
Seguro me hacen falta varios mas. Siéntanse en libertad de recurrir a los comentarios para completar la lista. Oh, y a propósito de Chicas Bond…¿Alguien se acuerda de una canción de pseudo-rap en español, en la que una muchacha decía «Estoy harta de ser una Chica Bond!»?
La serie va por su séptima década en el imaginario popular. Necesariamente ha evolucionado para reflejar sus tiempos. En “Desde Rusia con Amor”, James se quejaba del “ruido” que producían los Beatles. En 1973, Paul McCartney y Wings tocaban el tema original de “Live and Let Die”. Mas importante ha sido la evolución de la actitud frente a los personajes femeninos. En la era de Connery, nadie levantaba una ceja ante su casual misoginia. En 1995, junto a Pierce Brosnan, debutó como M la dama Judy Dench. Cuanto hemos avanzado, nena.
Ahora “Skyfall” marca un cambio de actitud frente a la homosexualidad. A lo largo de su historia, el cine ha reflejado y reforzado los estereotipos de la sociedad. Los clásicos no se escapan. En “Steamboat Bill Jr.” (Buster Keaton, 1928), el protagonista es un citadino afeminado cuya delicadeza es seña de debilidad y objeto de sorna. En “Roma, Ciudad Abierta” (Roberto Rosellini, 1945) la pareja de villanos fascistas esta conformada por una lesbiana y un amanerado. Mas de un villano de la serie de James Bond ha sido definido por afectaciones. Por eso, la primera aparición de Silva (Javier Bardem) da un tono discordante. Su voz suena meliflua. Se mueve con delicadeza. Tiene el cabello teñido de rubio. Viste como un dandy. Pero todo esto es una trampa. Su caracterización va mas allá del amaneramiento. En tres escenas cargadas de diálogo – dos con Craig, una con Judy Dench en un ambiente que sugiere a Hannibal Lecter – construye un personaje humano que trasciende a la caracterización superficial que lo abría reducido a una caricatura anacrónica.
La película nunca se pronuncia oficialmente sobre la sexualidad del villano, pero un intercambio con Craig deja poco lugar a dudas. Con el agente 007 amarrado a una silla, Silva le hace un pase. No hay otra palabra para decirlo. Recorriendo con las manos las piernas de Bond, le dice, “Siempre hay una primera vez para todo”. La respuesta de Bond es inmediata: “¿Que te hace creer que sería la primera vez?”. Pueden estar tranquilos, machos probados. El personaje ficticio de James Bond no es gay, ni siquiera es bi. Y para todos los fines prácticos, Silva tampoco lo es – ejem, ¡recuerden que no existen en la vida real! – . El diálogo es una escaramuza mas en un juego de manipulación y poder. Pero que la homosexualidad deje de ser identificada con la maldad, en una franquicia que en su origen definió las fronteras del machismo, supone un pequeño paso adelante. Hasta la reacción del público en el pre estreno era diferente. El habitual, burlón “¡Aaaaaaaaaaaaaaayyyyyy!” fue suplantado por una “¡Aaaaaaahhhhh!”. Sonaba como sorpresa sin homofobia. Quizás el público nica se está volviendo mas tolerante.
Silva no es un villano porque es homosexual. Es un antagonista que incidentalmente puede ser homosexual. No hay que activar la alarma políticamente correcta, que suena cada vez que un personaje identificado con alguna minoría se presenta como menos que un santo. Negar la complejidad del ser humano también refuerza estereotipos. Mas allá de su valor simbólico, gracias a la excelente actuación de Bardem, Silva se convierte en uno de los villanos mas memorables de la serie. Daniel Craig ha firmado para protagonizar tres películas mas. Quizás por eso “Skyfall” es articulada como un re iniciación del ciclo. Será interesante ver como Bond sigue cambiando, y en que sigue siendo igual. Y quien sabe, tal vez cuando el rubio de ojos azules entregue su credencial de MI6, sea a un hombre de raza negra.
2 comentarios en «SKYFALL: La Evolución de James Bond»
Loco, muy buena reseña, pero no dejes tan Clara tu preferencia sexual! Ni la mezcles enlarge reseña.
Hola Roberto. Mi punto no es establecer la preferencia de nadie, si no identificar un cambio positivo en la franquicia. La homofobia, como cualquier forma de discriminacion, debe ser erradicada. Saludos.