LOOPER: Futuro y Pasado, Ciudad y Campo, Masculino y Femenino
El 4 de noviembre publiqué mi tardía crítica de “Looper: Asesino del Futuro”. Puede leerla en la revista DOMINGO del diario La Prensa. Desde ese entonces, algunos agujeros en la trama se han echo evidentes, sin embargo, eso no reduce el mérito que tiene el filme de Rian Johnson, a la hora de desviarse de las convenciones de la ciencia ficción especulativa.
Los grandes exponentes modernos de este subgénero tienen características definidas: se desarrollan en ambientes urbanos, el protagonista es un hombre joven. Si las mujeres no son objetos decorativos, son villanas o compañeras de lucha con rango de acción limitado. Se definen por su relación con el protagonista. Véase la trilogía de “Matrix” (Hermanos Wachowski, 1999-2003) o cualquiera de los cortes de “Blade Runner” (Ridley Scott, 1982). El fondo del barril está fresco en la memoria. La segunda adaptación de “Total Recall” (Len Wiseman, 2012). El escenario futurista es artificial sin apologías. Se reduce a una excusa para mostrar gadgets. Los personajes no tienen humanidad. Las secuencias de acción son tenuemente hilvanadas. Menos que una película, parece un juego de video.
“Looper” esconde destellos revolucionarios en su narrativa pulp. Enfrentar al protagonista contra si mismo, envejecido, es un simpático juego existencialista. Bruce Willis, como el “viejo Joe”, es exponente de la nueva-vieja estirpe de héroes de acción. A pesar de que sus días de gloria quedaron en los 80s y los 90s, se resiste a entregar las armas. El relevo a una nueva generación no termina de ejecutarse. Esto suele plantearse como un chiste en películas como “RED” (Robert Schwentke, 2010) y “The Expendables” (Sylvester Stallone, 2010), pero es sintomático de una ausencia de credibilidad en las nuevas estrellas, o evidencia de que una generación de cinéfilos no quiere dejar envejecer a sus ídolos. Aquí, Joseph Gordon-Levitt, el “joven Joe” debe compartir protagonismo con el veterano. La presencia de Willis recuerda también su papel en “12 Monkeys” (Terry Gilliam, 1997), alucinante adaptación del clásico cortometraje de Chris Marker, “La Jetée” (1962), la madre de todas las películas que pretenden jugar con el viaje en el tiempo – puede verla entera, con subtítulos en español, aquí. Serán los 26 minutos mejor invertidos de su vida -.
Después de sentar las bases de su trama en una ciudad con el usual decaimiento social, Johnson lanza a sus protagonistas al campo. La segunda mitad de la película se escenifica en una granja que podría pertenecer a cualquier época. Los avances tecnológicos que delatan su ubicación en el año 2040 son decisivamente domésticos: un avión-robot que fumiga los maizales de Sara (Emily Blunt), los transmisores de radio que sirven de juguete a su hijo Cid (Pierce Gagnon). De hecho, son cosas que ya existen. El que sean reconocibles, pero quizás un poco mas sofisticadas, sirven para afianzar la realidad de la película y aceptar sus especulaciones mas fantásticas.
Supuestamente el 10% de la población ha desarrollado habilidades telekinéticas en un inesperado salto evolutivo. Esto juega un papel en la resolución de la película, abriendo uno de los agujeros de trama mas difíciles de obviar. Si el jefe criminal del 2070 esta dotado de poderes a como retrata la película, ¿por que tiene que recurrir al complicado esquema de mandar a sus enemigos del 2070 al 2040 para hacerlos desaparecer? Suena como demasiado problema para algo que puede ejecutar en un parpadeo, y sin muchos riesgos.
Sin embargo, la fuerza emotiva de la resolución echa una cortina de humo sobre preguntas como esas. El imposible dilemas de “los dos Joes”, tan machos y empistolados, depende de una mujer y su hijo. El vínculo maternal entre Sara y Sid, revelado en toda su complejidad con un control magistral, le cambia el género a la película, por así decirlo. Los significantes de masculinidad – sexo, drogas, armas, violencia – ceden paso a lo femenino – orgánico, maternal, emotivo –, con un desenlace que lo tomará desprevenido, pero que se presenta como la única resolución posible para un dilema sin solución. “Looper” no es perfecta, pero si es muy gratificante.
Puede rastrear los dos largometrajes anteriores de Rian Johnson. “Brick” (2005), también protagonizado por Gordon-Levitt, adopta el estilo del clásico film-noir para un misterio que se desarrolla en una escuela secundaria contemporánea. “The Brothers Bloom” (2008), ignominiosamente engavetada por años por el estudio que la compró y crucificada por la crítica tras su tardío estreno, es también es una adopción de un género clásico, en este caso, la comedia de enredos. Johnson también ha dirigido algunos episodios de la serie de TV “Breaking Bad”, también disponible en Netflix.
Un comentario en «LOOPER: Futuro y Pasado, Ciudad y Campo, Masculino y Femenino»
Quiero volver a ver esta película, me parece que es una buena película con un guión muy interesante, yo la acabo de ver en hbogo porque a mi papá y a mi hermano les encantan las películas de acción como este tipo.